El ser humano construye determinados mecanismos de defensa que de forma inconsciente tratan de evitar conectar conscientemente con la sensación de angustia que determinado estímulo (a través de la interpretación propia) acarrearía.
Cada tipo de personalidad, se «defiende» utilizando preferentemente determinados mecanismos. Veámoslos:
ENEATIPO 1
Formación reactiva: En un tipo en el que su fijación le lleva a interpretar el mundo y a sí mismo como algo terriblemente imperfecto; su pasión a estar muy enfadado con ello, y su centro a funcionar desde la visceralidad, existe una autoimagen y una autoexigencia a ser perfecto, comedido, que se enfrenta duramente a lo que «le pide el cuerpo».
En este intento de nadar y guardar la ropa (o la apariencia de educación y buenismo) opera este mecanismo que consistirá en ejecutar un comportamiento opuesto a aquello que realmente está sintiendo.
ENEATIPO 2
Represión: Quién lo diría en un tipo tan aparentemente espontaneo y carente de limites… pero desde el eneagrama sabemos que nada es lo que parece y que las palabras empleadas adquieren un significado propio cuando las aplicamos bajo este sistema.
Así el tipo 2 lo que reprime es la parte racional de sus conductas precisamente para poder actuar con plena libertad, manteniendo intacta su autoimagen de persona volcada en la necesidad ajena. (lo que activa a su vez el mecanismo de NEGACIÓN de sus propias necesidades).
ENEATIPO 3
Identificación: Si como podemos apreciar, lo que en realidad defendemos es la imagen que mostramos al mundo, el Yo con el que queremos ser relacionados, esto es especialmente importante para los tipos de la tríada emocional.
En el caso del tipo 3, desconectado de su centro, ese Yo, esa identidad, necesita ser transformada para cada situación en la que se encuentra, cada rol que desarrolla, identificándose con los valores externos que se convierten en propios.
ENEATIPO 4
Introyección: Los que tengan o hayan tenido cerca a eneatipos 4, sabrán que existe en ellos una autoimagen muy negativa, esto se debe a este mecanismo en el que se ha interiorizado toda característica negativa percibida en el exterior como si fuera propia, creando alrededor de ellas la identidad.
Y para un tipo emocional, como comentábamos anteriormente, la identidad es un tema central.
ENEATIPO 5
Aislamiento: Aunque a todos nos venga a la mente la imagen típica del 5 encerrado en su cueva, el mecanismo de aislamiento va más allá.
Se trata de una compartimentación de la información, de una desconexión entre cada cajoncito donde procesan cada vivencia, y de los centros de procesamiento (la emoción permanece desconectada de la cognición)
ENEATIPO 6
Proyección: El mecanismo opuesto al que veíamos en el eneatipo 4, aquí una personalidad cuyo centro le lleva a vivir continuamente en el miedo, con una fijación que le lleva a la desconfianza de todo y todos, y una autoexigencia a ser, por miedo al castigo de la autoridad o a la expulsión de la manada, «como debe ser», proyecta fuera de sí, en el otro o en el mundo, todo lo que le resulta inaceptable sentir dentro.
ENEATIPO 7
Racionalización: En una personalidad dominada por el centro mental, en la que el miedo se dirige hacia lo doloroso o displacentero, la identidad adquirida es la de niño bueno, quizá pillo, pero siempre inocente, que en esta búsqueda compensatoria de placer, llevado por su pasión de Gula no se detiene ante nada ni ante nadie.
Para mantener tanto la autoimagen como la imagen que proyecta se sirve de la racionalización, creando argumentos que justifican y encubren la verdadera motivación de sus actos, de forma que esta no llegue a su consciencia.
ENEATIPO 8
Negación: Los eneatipos viscerales tienen problemas con la aceptación de la realidad tal cual es, el tipo 8 desde su fijación de dominio y su pasión lujuriosa, que consiste en conseguir esa dominación subiendo la intensidad al máximo, construye una identidad dura, poderosa que niega cualquier vulnerabilidad interna y todo lo externo que pueda poner en jaque su fortaleza.
ENEATIPO 9
Confluencia: Esta negación de la realidad, este querer imponerse a la realidad con «su realidad» propia de los eneatipos viscerales, aparece en el 9, desconectado de su centro, de forma absolutamente contraria, se fusiona con ella, confluye con la realidad y con los deseos y necesidades del otro puesto que las suyas debido a la pasión de la pereza y su fijación del olvido del sí, han sido desconectadas.
OTROS MECANISMOS:
Evidentemente en la complejidad del ser humano, operan muchos más mecanismos de defensa, los arriba descritos son centrales para cada eneatipo en los que operan, también de forma prioritaria, otros.
Os dejamos un video para que los conozcáis.
Pharo de Logos 